viernes, 5 de diciembre de 2014

Historias de aquí y de allá

Para el ser humano pareciera mas fácil comprender una lección mirando el ejemplo practico en la vida de los demás, por más ficticia que la misma sea. Por medio de las historias es más facil ser capaces de sentir algo, empatia, emoción, felicidad, tristeza. Claro, es mas facil que decirnos directamente "siéntete triste" "llora", etc, etc.

Por la naturaleza de mi trabajo muchas veces estoy en contacto con personas de diferentes estratos sociales, diferentes realidades y diferentes situaciones. Esto, para un adventista del séptimo día, es algo precioso, puesto que da la oportunidad de ver como cada hermano vive su fe, así pudiendo nosotros aprender un poco de esas historias para enriquecernos y fortalecer nuestra relación con Dios, comprendiendo que no estamos solos, que hay una familia que vela por nosotros en oración, aunque nunca nos hayamos visto las caras.

Esta es una forma de homenajear a mi padre, el mejor contador de historias que conozco. Esta es una forma de homenajear la vida de aquellas personas que son capaces de compartir sus testimonios de vida para salud espiritual de los demás. Este es un ejercicio literario simple, sencillo y sin pretensiones, con historias de aquí y de allá, esperando que, para honra y gloria de Dios, puedan servir para propósitos de vida eterna.